Omar Jayam (1048-1131) (Matemátic@ del mes Diciembre)

 

"Vive plenamente mientras puedas y no calcules el precio"
Omar Jayam (1048-1131) 



Jayam nació el 18 de mayo del año 1048 en Nishapur, donde también murió, probablemente en 1131. Allí y en la ciudad de Balj recibió una sólida educación en ciencias y filosofía. En el 1070 se trasladó a Samarcanda, donde el patrocinio del jurista Abú Taher le permitió completar su Tesis sobre Demostraciones de Álgebra y Comparación. Con ella logró gran reconocimiento y prestigio, hasta el punto de ser llamado por el sultán Malik Shah I, quien le encargó la construcción de un observatorio astronómico en Marv (actualmente Mary, en Turkmenistán), según consigna Nizam al-Mulk en su libro Siasat Namé, en colaboración con otros siete astrónomos y matemáticos, entre ellos Abdolrahman Jazení y Meimún-ebne Nayib Vasetí.

La leyenda afirma que en su juventud llegó a entablar amistad con el reformador religioso Hasan-i Sabbah y el político Nizam al-Mulk.

Omar Jayam realizó relevantes investigaciones en astronomía, principalmente la corrección del antiguo calendario zoroástrico. Desde entonces se adoptó una nueva era, conocida como yalalí o el Seliuk. En 1092 realizó su peregrinación a La Meca, según la costumbre musulmana. A su regreso a Nishapur trabajó como historiador y maestro de matemáticas, astronomía, medicina y filosofía, entre otras disciplinas.

En 1094, tras la muerte de su padre, escribió un trabajo literario en su lengua materna, el persa (también conocido como dari o tayiko, hablado en Irán, Tayikistán, Afganistán, Georgia, parte de la India y parte de Pakistán). Sus poemas destacan por la delicadeza y sutileza de su lenguaje. Como filósofo, Omar Jayam fue materialista, pesimista y escéptico.

La obra poética más destacable de Omar Jayam son los Rubaiyat, recopilación de hasta un millar de cuartetos que hablan sobre la naturaleza y el ser humano. Rubaiyat es el plural de ruba'i, que significa precisamente cuarteta.

La lectura de las Rubaiyat significa un acercamiento a la literatura oriental. Contiene un profundo sentido humano que canta los deleites del amor y los goces de la vida, que, con las transposiciones de amargura y optimismo, conforman el carácter del individuo acentuado en su realidad. La vida exige al hombre duros sacrificios porque es esclavo de sus propios prejuicios. Entre tantos absurdos, no disfruta de su efímera existencia. Jayam quiere convencer al hombre de que está equivocado y lo invita a que se despoje de dogmas y doctrinas, para así aprovechar los valores tangibles de la naturaleza.


Aportaciones a la Matemáticas:

Durante 18 años, Omar Jayam realizó relevantes investigaciones en astronomía, que abarcaron la compilación de tablas astronómicas y particularmente, la corrección del antiguo calendario zoroástrico, que los persas habían conservado tras la islamización de Persia debido a su exactitud, a pesar de que el islam utiliza el calendario lunar. Las investigaciones realizadas le permitieron calcular el error del calendario persa, que tenía un año de 365 días exactos. Para el nuevo calendario, que se llamó yalalí por orden de Malik Shah I (quien también se llamaba Yalaledín), Jayam calculó la duración del año con una exactitud pasmosa. Su error es de un día en 3770 años, menor aún que el del calendario gregoriano (un día en 3330 años), que se comenzó a usar en Europa desde el 15 de octubre de 1582. El calendario yalalí se implantó el 15 de marzo de 1079, y es el calendario empleado todavía hoy en Irán y Afganistán. Omar Jayam no pudo terminar las tablas astronómicas a causa de las muertes, en el mismo año (1092), de Nizam al-Mulk y del sultán Malik Shah.

Siguiendo uno de los preceptos del Islam, peregrinó a La Meca en 1092. A su regreso a Nishapur permaneció vinculado a la corte, donde se desempeñó como historiador y juez, y dio clases de matemáticas, astronomía, historia, medicina o filosofía. Lamentablemente, solo conocemos parte de su obra científica, que es extraordinaria: la Disertación sobre una posible demostración del postulado paralelo, de la geometría no euclidiana, la Tesis sobre demostraciones de álgebra y comparación, escrita en árabe (traducida por Woepecke en 1851); el Tratado sobre la exactitud del sistema indio para calcular raíces de ecuaciones, referido a ecuaciones de segundo y tercer grado; Los problemas en aritmética y cálculo, la Descripción de las tablas astronómicas de Malik Shah, el ensayo Luz de la razón, sobre la ciencia en general, y la Disertación sobre ciencias naturales. Existen unos ocho trabajos más, sobre física, economía, historia, filosofía, metafísica y tradiciones.

En su Tesis sobre demostraciones de álgebra y comparación desarrolla el primer procedimiento de solución de las ecuaciones cuadráticas y cúbicas a partir de las secciones cónicas, que permite encontrarles una raíz positiva y asimismo logra demostrar que tienen al menos una segunda raíz. Su afirmación de que no se pueden hallar las raíces de las ecuaciones de tercer grado mediante regla y compás no pudo ser demostrada hasta 750 años más tarde. Y la teoría de las ecuaciones de tercer grado no fue desarrollada hasta el siglo XVII, por René Descartes.

Fue también el primero en describir el desarrollo de la potencia de un binomio con exponente natural y en establecer la idea de que las fracciones podrían constituir un campo numérico con propiedades más amplias que el campo de los números naturales, únicos conocidos entonces, que databa de los griegos. Estos conceptos teóricos se contaron entre las matemáticas punteras durante el Renacimiento europeo. La crónica de Nizam al-Mulk destaca a Jayam como un astrónomo insuperable. Pero sus aportes a las matemáticas, que entonces no se comprendieron en toda su trascendencia, superan notoriamente sus importantes logros en astronomía.

A pesar de las dificultades de la época en que vivió, escribió numerosos trabajos, entre los que se incluyen los Problemas de aritmética, que es un libro de música y otro de álgebra, ambos antes de cumplir los 25 años.

En 1070 escribió su famoso trabajo de álgebra Tratado sobre demostraciones de problemas de álgebra, que contiene una completa clasificación de ecuaciones cúbicas resueltas geométricamente, mediante la intersección de secciones cónicas. Y es que intentó clasificar ecuaciones cuadráticas con éxito, aunque no pudo encontrar la solución para todas las ecuaciones cúbicas, a pesar de estar seguro de que era posible hacerlo, ya que en algunos casos halló soluciones geométricas.

Malik Shah, nieto del fundador de la dinastía selyúcida, llamó a Omar Jayam para que se trasladase a Isfahán para instalar un observatorio, que Jayam dirigió durante dieciocho años, convirtiéndolo en un excepcional centro de investigación. En él se elaboraron tablas astronómicas y se contribuyó a la reforma del calendario, ya que las investigaciones llevadas a cabo le permitieron calcular el error del calendario persa, el cual tenía 365 días exactos (hay que considerar que, a finales del siglo XIX, el año duraba 365,242196 días y que en la actualidad es de 365,242190). Ese calendario sigue estando vigente en la actualidad en Irán y Afganistán.

La muerte de Malik Shah en 1092 acarrea la desaparición de la financiación del observatorio, por lo que se abandona la reforma del calendario y Omar Jayam no puede acabar sus tablas astronómicas. Además, el fin del período de paz tras la muerte de Malik Shah, conllevó que Omar Jayam comenzase a sufrir ataques de los ortodoxos musulmanes.

A Omar Jayam debemos que la incógnita de las ecuaciones se llame x. Él la llamó shay ("cosa" o "algo", en árabe). El término pasó al castellano como xay, ya que la "x" tenía este sonido ("sh") en castellano antiguo y de ahí derivó en solamente la inicial x.


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